domingo, 5 de julio de 2009

COME AS YOU ARE!


Está todo destruido. Los escombros tapan todo aquello que alguna vez fue hermoso, o que pensamos que fue. El estruendo del derrumbe rompió mis oídos y humedeció mis ojos y, por un instante, deseé morir. Sólo por un instante.
La incertidumbre, la impotencia y la tristeza corren por mis venas. Camino entre la destrucción, culpable, inocente, frágil, fuerte y, aveces, también rota; en pedazos muy muy pequeños.
Las piedras en las que me siento son duras y frías; como, algunas veces, desearía que fuese mi corazón. La memoria es preciada y divina pero daría todo por olvidar estos momentos: el estruendo, el temblor y el derrumbe. Hoy por hoy no queda nada, excepto la esperanza de volver a reconstruirse, aunque no podrá volver a ser lo que alguna vez fue; o pensamos que fue.
La realidad termina dándome la certeza de una sola cosa: la felicidad (aparente o no) que se reflejaba en una fotografía vieja de aquel lugar ahora está colapsada, enterrada y desaparecida.

29/12/08 uno viejito...

No hay comentarios: